- Por Una Nueva Esperanza
- publicado el 07 julio, 2019
Las empresas productoras y distribuidoras de comida chatarra y refrescos artificiales tienen como personas consumidoras meta a los niños y niñas. Estos productos se comercializan en diferentes puntos de ventas, entre ellos, las cafeterías de los centros escolares. Este tipo de alimentos y bebidas se caracterizan por un contenido excesivo de
azúcares, grasas y sal; inclusive existe incertidumbre sobre la presencia de trazas transgénicas en dichos productos. Por lo general, tienen buen sabor, son baratas y su empaque permite ingerirlas en cualquier lugar. Las estrategias de publicidad de estos productos están dirigidas principalmente a la niñez y adolescencia, utilizando los recursos de imagen y sonido que son atractivos para estos grupos. El bajo precio y el fácil acceso a la comida chatarra lleva, a muchas madres y padres de familia, a considerarla como parte de la “lonchera escolar” o a incluirla en la misma dieta de las niñas y los niños, en sustitución de frutas y verduras. Según estudios a nivel mundial las dietas basadas en
alimentos industriales, tienen incidencia en el aumento de la tasa de sobrepeso, obesidad y anemia, así como el riesgo de padecer enfermedades crónicas, como la diabetes, problemas cardíacos, hipertensión arterial, cáncer entre otras.
Las nuevas generaciones crecen con malos hábitos alimentarios, establecidos durante el período de la infancia. Sin embargo, es importante señalar que al permanecer por mucho tiempo frente a la televisión, observan muchos comerciales relacionados con alimentos altos en azúcar y en grasa, mientras, los padres y madres no se percatan de la forma en que estos hábitos y estilo de vida contribuyen a generar una serie de problemas de salud en niños y jóvenes. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, somos el país número uno con sobrepeso y obesidad en el mundo.
Es por ello que en Una Nueva Esperanza trabajamos para que los niños y cuidadores del albergue tengan conocimiento de la forma correcta de alimentarse ya que consumir alimentos chatarra en exceso puede provocar una mala calidad de vida en la etapa adulta. Como especialista en el área de nutrición puedo recomendar una dieta rica en frutas y verduras ya que puede disminuir el riesgo de padecer alguna enfermedad crónicodegenerativa, mejorar la calidad de vida, disminuir síntomas propios de la quimioterapia y tener un sistema inmunológico fuerte y sano.
“Quiérete lo suficiente como para vivir de forma saludable”
L.N.C Laura Aguayo Rosas
lauraaguayo@unanuevaesperanza.mx